La comunicación verbal es la que utiliza palabras para canjear información y puede ser verbal o escrita, mientras que la comunicación no verbal se vale de instrumentos no verbales para transmitir un mensaje, como los gestos, los movimientos y la entonación.
Es importante entender que los mismos gestos se perciben de forma diferente en diferentes países y culturas. Esto se debe a diferencias culturales y particularidades de las distintas naciones. Por ejemplo, el visaje "todo está bien" se interpreta de forma positiva en Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Australia, lo que implica que todo va correctamente.
La importancia de la comunicación asertiva radica en su capacidad para fomentar relaciones más sanas y efectivas, tanto en el ámbito personal como profesional. Permite a las personas expresar sus necesidades y opiniones de forma respetuosa y confiada, evitando malentendidos y conflictos innecesarios.
Una de las grandes diferencias entre la comunicación verbal y no verbal reside en la capacidad que tenemos para controlar cada una de ellas. Podríamos sostener que el jerga verbal es el más sencillo de controlar. Gracias a la adquisición del jerigonza y el desarrollo cognitivo, sabemos qué significa cada palabra en nuestro idioma y qué combinación de trivio debemos utilizar para acertar un mensaje en concreto.
De regreso en la oficina, el empleado se encuentra con el administrador del sistema, quien apenas saluda tímidamente y se va rápidamente, con la cabecera gacha y los hombros encorvados. Esto sugiere inseguridad, indecisión o incluso la falta de voluntad para socializar con los colegas.
Pasiva: supone expresar tus pensamientos y sentimientos de forma tímida o sumisa, evitando el conflicto a toda costa. Aunque este enfoque puede parecer inofensivo, puede sufrir a la acumulación de resentimiento y a la falta de respeto por parte de los demás.
Por ejemplo: una prenda de vestir negra puede sugerir luto en ciertos países o un traje tradicional puede significar la pertenencia a un Conjunto étnico determinado.
La capacidad de interpretar y utilizar correctamente el jerigonza no verbal puede marcar la diferencia entre una interacción exitosa y un malentendido.
Esta ciencia analiza las posturas y gestos para comprender mejor las intenciones y estados emocionales de las personas, revelando lo que no se dice con palabras.
Potenciar tus habilidades en la expresión no verbal puede cambiar tanto tu vida personal como profesional. A continuación, presentamos las principales ventajas que puedes obtener:
Irreversible. No podemos retractarnos de las cosas que decimos o hacemos durante las interacciones con los demás. Incluso si nos disculpamos u ofrecemos una explicación por lo que hicimos o dijimos, nuestra comunicación diferente no se puede revertir.
Permite a los estudiantes expresar sus deyección y here dudas, mientras que los educadores pueden ofrecer retroalimentación de modo efectiva y respetuosa, fomentando un bullicio de aprendizaje positivo y constructivo.
Podemos topar un mismo mensaje utilizando dos tonos distintos y el mismo mensaje cambiará radicalmente.
Cuando hablamos de paralenguaje, nos referimos al contenido del deje que no forma parte del jerga verbal. El tono de voz, la velocidad del habla y el convexidad también estrella elementos muy importantes en la comunicación verbal.
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